jueves, 2 de agosto de 2012

UN BUEN DÍA

Ayer viví una de esas experiencias que nos recuerdan por qué seguimos en este submundo y por qué estamos mejor debajo del agua que fuera y por qué nos fascina de esta manera el buceo.
Como fieles creyentes de un centro y otro, ayer nos dirigíamos a bucear a cualquiera de los bajos de Cabo Palos, el que nos tocara, sin embargo,  y por casualidad tuve que realizar tres inmersiones. Una en el Bajo de Dentro, otra en Piles I, la última en Piles II.
Nos encontramos en época de apareamiento y algunas especies estan desovando, con lo cual entre los alevines, los grandes meros, los espetones, el plancton, los fredies comiendose los huevos de las castañuelas, los meros tirandole mordisquitos coquetos a las meras, los dentones, los abadejos gigantes y los falsos abadejos, las morenas, las brótolas y yo que sé que pijo mas contarte.... me encontraba yo absorto disfrutando del espectáculo que nos ofrece la naturaleza.
 Como podéis ver, apenas se divisa un Mero detrás de la cortina de peces. 
Por eso el hombre es tan pobre,  tan insignificante y tan pequeño, y sin embargo a la vez es capaz de dominar un medio que le es  hostil y ajeno. Hemos conquistado las más altas cimas,  hemos volado, surcado mares y océanos, y a cambio en nombre del progreso y la tecnología, hemos cambiado nuestro entorno. No sé si está bien o está mal, hay medios que no justifican el fin, pero doy gracias a Costeau y a Gagnan por traernos el buceo a casa y permitir que cualquiera, incluso alguien tan insignificante como yo, pueda ver esto con sus propios ojos.
Ayer ví una pelicula de peces, ayer ví el orden natural de las cosas, ayer ví a un hombre feliz en su remanso de paz, que agradecido, solo espera  satisfecho el momento en que vivir de nuevo una experiencia igual.

Gracias a mis compañeros de buceo: Javi, Alejandro, German  y Carlos.

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